El Odio de Alaric Hacia los Humanos

Narración del Autor

Después de darle instrucciones a su hijo, Sara partió a su trabajo, pidiendo a Elio y Dion que la siguieran.

Ahora solo Nora y Myra quedaron solas en la vasta habitación. Nora se sentó junto a su amiga, exclamando:

—¿Sabes lo preocupada que estaba cuando vi tu pie lastimado? Lo siento tanto, Ra-ra. Pero mi hermano gemelo, Elio, es el mejor estudiante de su universidad. Tu tobillo está en buenas manos, él te cuidará bien —dijo Nora sorbiendo por la nariz, con un ligero brillo en sus ojos.

Myra estaba a punto de pedirle a Nora que le dijera a Elio que no se preocupara tanto por las palabras de Sara y que ella misma se encargaría de los procedimientos, pero no dijo nada cuando vio los ojos húmedos de Nora. «Si me opongo, hará un berrinche de nuevo y armará un escándalo».

—Entonces, ¿qué tal? El mejor lugar al que te llevó el Hermano Dion. ¿Te gustó? —preguntó Nora, mirando a Myra con ojos brillantes, su mirada era expectante.