(Narración del Autor)
Mientras se cambiaba de ropa, Myra se sintió un poco mejor, su mente confusa aclarándose poco a poco. De la nada, una visión apareció frente a ella. «¿Espera, q-qué fue eso que acabo de recordar?». Su rostro entero se tornó de un rojo intenso.
Su mente estaba llena de imágenes borrosas de alguien succionando sus labios con urgencia y dándole oxígeno, la sensación salvaje y húmeda aún persistía en su piel.
No podía recordar quién era debido a la borrosidad, pero algunas cosas de las que Myra estaba segura eran que la persona estaba desnuda, como todos los hermanos. «Entonces, eso significa que no fue Nora».
Y otra cosa que notó fue que quien fuera que le proporcionó la respiración artificial no solo la estaba salvando sino también saboreando sus labios. El intento fue muy necesitado, desesperado y ansioso. Había algún tipo de urgencia en ello.
Nora no notó su rostro teñido de escarlata y dijo: