(Narración del Autor)
—Señorita Milagro, no negaré nada, ni haré ningún tipo de excusa ante usted. Como Rey Licántropo, asumo toda la responsabilidad de las acciones tomadas por mí y mi familia, que la han herido profundamente tanto a usted como a sus sentimientos. Pero... —Noah hizo una pausa y tomó asiento junto a su Luna, Sara.
Soltando un suspiro, continuó:
— Pero, Señorita Milagro, lo que voy a contarle a partir de ahora, debe escucharlo y luego decidir por sí misma cómo quiere manejar las cosas. ¿Puede hacer eso? —diciendo esto, cruzó la pierna y se sentó como el elegante rey que era.
Myra comentó, más bien como una burla: