Pasión En Su Punto Máximo

(Narración del Autor)

—¿Puedo besarte ahora mismo? —preguntó Noah mientras miraba a Sara a los ojos, su voz era sensual y seductora.

Los ojos de Sara se abrieron con asombro. La pregunta la tomó tan desprevenida que se olvidó de responder.

Noah inclinó su cabeza hacia adelante, tomando su silencio como permiso. Sus narices se tocaban mientras ambos podían sentir la respiración del otro. La atmósfera de repente se volvió sugestiva y evocadora.

Entonces, con extrema suavidad, Noah unió sus labios con los de ella.

Su beso fue lento y tierno, casi deliberado. Él succionó suavemente su labio inferior, humedeciéndolo pero sin profundizar más el beso. Luego, de repente, liberó sus labios y la miró a los ojos con amor, acariciando sus mejillas.

Sara no estaba satisfecha con este breve beso, que para ella fue casi como un piquito. Ella quería un beso más apasionado y salvaje.