(Narración del Autor)
Dentro del coche de Yelena, Wendy estaba completamente aterrorizada, literalmente estaba aterrada al ver las heridas de su hermana. Se podía ver en sus ojos, que estaban rojos y con venas marcadas, en cualquier momento rompería a llorar desconsoladamente.
Preguntó, con voz penetrante y ensordecedoramente alta:
—Dime, hermana. ¿Qué mierda te pasó? Quiero todos los detalles. No te saltes ni una sola cosa. —Su voz se hacía cada vez más y más fuerte.
—Cuida ese lenguaje, Wendy, ese lenguaje. Yyyyyy... relájate. No es tan malo como parece, ¿sabes? Yo~... me resbalé y caí por las escaleras —explicó Myra mientras mentía. Se sentía culpable por ello, pero no podía contarle a nadie la verdadera razón.
Wendy argumentó: