(Narración del Autor)
Myra no creía realmente que Alaric la ayudaría y reservaría un vuelo para hoy. Así que, tomó el asunto en sus propias manos y comenzó a buscar horarios de vuelos. Pronto, un suave golpe en su puerta interrumpió sus acciones mientras Alaric entraba lentamente.
Antes de que pudiera decirle algo, él pronunció, con un tono calmado:
—Tu boleto de avión ha sido reservado para esta tarde. Te he enviado un mensaje. Puedes echarle un vistazo.
Myra lo miró con sospecha, con los ojos entrecerrados, «¿Realmente lo reservó o es solo un farol?» Un mensaje apareció en el teléfono con incrustaciones de diamantes mientras confirmaba que, efectivamente, él le había reservado un boleto a Damona para hoy, bastante inesperadamente.