Hasta Pronto

(Narración del Autor)

—Realmente eres patético, Alaric Everests, te odio. Simplemente te odio y eso no va a cambiar —Myra escupió esas palabras cargadas de veneno, cada una de sus palabras apuñalaba el corazón de Alaric de manera agonizante.

Él estaba desconcertado por su falta de control, cómo se volvió salvaje y loco después de probar los irresistibles labios de Myra. Tartamudeó con sus palabras:

—Yo solo estaba... tú... tenías dificultad para respirar. Así que, solo estaba... tratando de ayudarte. Lo siento, perdí un poco el control allí.

Myra no aceptaba ninguna de sus disculpas vacías. Él seguía cruzando la línea una y otra vez, a pesar de recibir varias advertencias de ella.

Ella apartó su mano de un manotazo, arremetiendo contra él:

—Ya basta. Basta de tus excusas. Basta de todo lo tuyo. No quiero escuchar ninguna excusa insincera de esa boca tuya. Tu presencia me irrita.