Capítulo 3 Su primer cumpleaños

La casa estaba decorada con globos azules, blancos y plateados.

Había una guirnalda que decía "Feliz primer año, Min-ji", y una pequeña torta de dos pisos, más alta que el propio festejado.

Jisoo estaba nervioso, revisando los detalles una y otra vez.

Min-jun lo miraba desde el sillón, con Min-ji sentado en sus piernas, jugando con una cucharita de plástico.

—Relajate un poco, está todo perfecto —le dijo Min-jun con una sonrisa cálida.

—Quiero que su primer cumpleaños sea inolvidable.

—Ya lo es. Solo míralo.

Min-ji sonreía como si entendiera que ese día era especial. Llevaba una camisita blanca con tirantes diminutos y un moñito celeste que se negaba a quedarse derecho.

Fueron pocos invitados: un par de vecinos, dos colegas de Jisoo y la señora del mercado que tanto los quería.

Pero el ambiente estaba lleno de amor.

Cuando llegó el momento de soplar la vela, Min-jun sostuvo a su hijo y Jisoo se inclinó junto a ellos.

—Vamos, Min-ji. Pedí un deseo —le dijo Jisoo, aunque sabía que Min-ji solo quería tocar el fuego.

Ambos ayudaron a soplar la velita mientras Min-ji aplaudía, emocionado por la música, los colores y la atención.

Después vino la torta embarrada en su cara, las fotos llenas de risas y un regalo que Min-jun había hecho a mano: un pequeño librito de tela con imágenes de su familia, suave y colorido.

Esa noche, ya dormido, Min-ji se aferraba a su nuevo libro, y murmuró algo entre sueños:

—Apa…

Jisoo y Min-jun lo miraron desde la puerta, abrazados.

—¿Te das cuenta? —susurró Jisoo—. Ya pasó un año.

—Y fue el mejor de todos —respondió Min-jun.

Y aunque lo sabían, ese era solo el comienzo.