Neo-Veridia Inferior era un laberinto devorador. Después de salir del mercado de chatarra electrónica, Kaelen pasó la siguiente hora navegando por la red caótica de calles estrechas, pasarelas elevadas precarias y callejones oscuros que constituían el Sector Gamma. Se movía con un propósito ahora, siguiendo las indicaciones fragmentarias que había obtenido en el nicho de datos hacia el "Laberinto Nocturno", el distrito donde supuestamente operaba el infobroker conocido como Oráculo.
El nombre del distrito era apropiado. Era una de las zonas más antiguas y densamente pobladas de los niveles inferiores, un amasijo de edificios que se apoyaban unos contra otros, creando una red tridimensional de pasajes oscuros, escaleras ocultas y puentes improvisados. La luz del día apenas penetraba hasta aquí abajo, filtrada por las innumerables capas de la ciudad superior, dejando el distrito en un perpetuo crepúsculo iluminado solo por el resplandor parpadeante de neones viejos, pantallas holográficas con glitches y el brillo ocasional de fuegos hechos en bidones de metal.
El aire aquí era aún más espeso, cargado con el olor a comida callejera exótica, a incienso barato, a humedad estancada y a multitudes sin lavar. La densidad de población era asfixiante. Kaelen se abrió paso entre la gente, manteniendo una mano cerca de su vibro-cuchillo y la otra sobre el bolsillo donde guardaba el recién construido Modificador de Señal. Su Percepción P7 trabajaba a pleno rendimiento, intentando discernir amenazas potenciales en el mar de rostros anónimos: carteristas buscando una oportunidad, pandilleros marcando su territorio, miradas demasiado intensas que podían significar problemas.
Con sus 10 PS, era dolorosamente consciente de su vulnerabilidad. Cualquier enfrentamiento podría costarle caro. Evitó el contacto visual directo, se movió con fluidez y trató de proyectar una confianza que no sentía, una táctica de supervivencia básica en entornos como este.
Según los rumores, Oráculo operaba desde un lugar llamado el "Templo de Datos Caído", una antigua biblioteca o centro de información pre-corporativo que había sido parcialmente destruido y luego ocupado por ocupas y renegados tecnológicos. Se decía que Oráculo residía en los niveles más profundos y seguros del edificio.
Finalmente, después de seguir una serie de indicaciones crípticas y preguntar discretamente a un par de vendedores de información de bajo nivel (lo que le costó dos de sus últimos créditos físicos), llegó a una plaza pequeña y oscura dominada por la fachada ennegrecida y parcialmente derrumbada de un edificio de piedra sintética antigua. Columnas rotas flanqueaban una entrada arqueada que conducía a la oscuridad interior. Grafitis complejos y símbolos tecnológicos cubrían cada superficie disponible. Este tenía que ser el Templo de Datos Caído.
Varias figuras sombrías merodeaban cerca de la entrada, observando a cualquiera que se acercara. No parecían guardias organizados, sino más bien carroñeros o habitantes del lugar, evaluando a los recién llegados. Kaelen los ignoró y entró con decisión calculada, como si supiera exactamente a dónde iba.
El interior era vasto y cavernoso, aunque gran parte del techo se había derrumbado, dejando entrar haces de luz sucia desde los niveles superiores de la ciudad. Antiguas estanterías de datos (ahora vacías o llenas de basura) se alineaban en las paredes como costillas rotas. El suelo estaba cubierto de escombros, cables sueltos y los restos de hogueras improvisadas. Un pequeño y caótico asentamiento de ocupas se había establecido en un rincón, con tiendas hechas de lonas y plástico. El olor a humo, a comida rancia y a humanidad apiñada era fuerte.
Kaelen ignoró a los ocupas y buscó señales que indicaran el camino hacia Oráculo. Vio un símbolo recurrente pintado con spray en las paredes: un ojo estilizado dentro de un triángulo. Siguió los símbolos, que lo llevaron hacia una sección menos dañada del edificio y luego hacia abajo, por una escalera de caracol metálica que descendía a niveles subterráneos.
El aire se volvió más frío y el silencio más profundo a medida que bajaba. Las paredes aquí eran de metal sólido, menos dañadas. Llegó a un pasillo iluminado por tiras de luz LED parpadeantes. Al final del pasillo había una única puerta de acero reforzado, mucho más moderna que el resto del edificio. Junto a la puerta, había un pequeño intercomunicador y un escáner óptico. El símbolo del ojo en el triángulo estaba grabado sobre la puerta.
Se acercó al intercomunicador y presionó el botón. Hubo un instante de silencio, luego una voz distorsionada digitalmente, ni masculina ni femenina, resonó desde el altavoz.
[Voz Distorsionada: Identifícate y expón tu propósito. La irrelevancia será penalizada.]
Kaelen respiró hondo. "Busco a Oráculo. Tengo información que necesito verificar y preguntas que necesitan respuestas".
Hubo otra pausa. El escáner óptico sobre la puerta brilló con una luz roja, barriéndolo de arriba abajo. Sintió como si lo estuvieran analizando a un nivel mucho más profundo que una simple cámara.
[Voz Distorsionada: La tarifa de consulta inicial es de 50 créditos o un dato de valor equivalente. Verificado como 'activo de bajo nivel, origen Kratos'. Potencial de interés: marginal. ¿Aceptas los términos?]
Cincuenta créditos. No los tenía. ¿Un dato de valor equivalente? ¿Qué podía ofrecer? La información sobre la puerta Kilo era potencialmente valiosa, pero revelarla era arriesgado. La grabación sobre la captura de Lena era demasiado personal y peligrosa para compartirla.
Recordó el símbolo del refugio de Lena. Era la pieza de información más segura que podía ofrecer, aunque no sabía su valor. "No tengo cincuenta créditos", admitió Kaelen. "Pero tengo un símbolo. Recién visto en Kratos, en un lugar relacionado con una desaparición reciente. Podría estar conectado a operaciones... discretas".
Hubo un largo silencio. Kaelen esperó, tenso. El escáner óptico seguía fijo en él.
[Voz Distorsionada: Intriga marginalmente elevada. Transmite una imagen clara del símbolo a través del escáner óptico. La valoración será... rápida.]
Kaelen activó su interfaz del Sistema. Aunque no podía dibujar directamente en el aire, podía proyectar una imagen simple desde su memoria a una pantalla o, en teoría, a un escáner óptico diseñado para recibirla. Se concentró en la imagen del círculo con las tres líneas onduladas, asegurándose de que fuera clara y precisa, y la transmitió hacia el escáner.
La luz roja del escáner parpadeó intensamente por un segundo. Luego, silencio de nuevo. Kaelen sintió una gota de sudor frío recorrerle la sien.
[Voz Distorsionada: Símbolo reconocido. Origen: Conflicto interno facción renegada Grado Cero - Proyecto Quimera. Valor de la información: Suficiente para consulta inicial. La puerta se abrirá. Tienes diez minutos. El tiempo es un recurso... no lo desperdicies.]
¡Grado Cero! ¡Proyecto Quimera! La voz había reconocido el símbolo y lo había conectado directamente con la organización que lo perseguía y que se había llevado a Lena. Su corazón dio un vuelco. Oráculo sabía algo.
Con un pesado sonido metálico, la puerta de acero se deslizó hacia un lado, revelando una habitación pequeña y abarrotada.