Mañana, en la tarde
Yerno, Flare e Iris caminaban por el bosque.
—Ya que subieron nuestros rangos, debemos ir a la siguiente ciudad, donde hay otro clan —dijo Flare.
—¿Cuál es? —preguntó.
Iris miró a Flare y preguntó:
—¿Estás seguro de que vas a ir ahí? ¿No crees que cualquier usuario de agua va a faltarte el respeto solo por lanzarte agua en tu cabello ardiente?
—¿Así que vamos a Watyrio? —dijo Yerno.
Flare asintió.
—Hay un clan de agua, pero las reglas cambian todo el tiempo. Por ahora, las peleas en los clanes son en pareja solamente. Y como soy el más fuerte, tendré que ir —explicó Flare.
Yerno alzó su mano para detenerse y dijo:
—Oye, oye, no te pongas confiado. El agua elimina al fuego, tienes una desventaja tremenda. ¿No es obvio? ¡Estamos en un juego de naturaleza!
—Yerno tiene razón, Flare —dijo Iris—. Los usuarios de agua te pueden dar desventaja. ¿Por qué no me dejas pelear a mí con ellos mientras tú esperas? Es más fácil.
Flare sacudió la cabeza.
—No me importan las debilidades. El fuego puede evaporar el agua. Así que tengo ventaja contra ellos.
—Pero ellos van a apagarte el fuego más rápido si no traes algo para cubrir tu cabeza, Flare —insistió Iris.
Siguieron caminando hasta que, de repente, una bola de energía fue disparada hacia Yerno.
Yerno la esquivó, y Flare e Iris miraron alrededor.
—¿Quién hizo eso? —dijo Flare.
Apareció una guardia de élite con una pistola en la mano.
—Pero vaya… chocaron conmigo —dijo.
Iris miró con molestia a la guardia y respondió:
—¿Cuál es tu problema? Disparando bolas de energía como si fueran juguetes…
La guardia de élite sonrió con arrogancia y dijo:
—Esa bola de energía no iba hacia ustedes, sino hacia el criminal.
Flare dio un paso al frente y preguntó:
—¿Por qué llamas criminal a Yerno?
La guardia contestó como si fuera obvio:
—Pelear contra una guardia de élite es una ofensa federal muy grave y estúpida. Deberían obedecer las leyes como siempre. ¿No es obvio, cariño?
Iris respondió:
—El problema no es ese. La verdad es que las otras guardias de élite tienden a abusar de su poder constitucional, maltratando a los criminales como si fueran a cometer algo peor. Yerno se está defendiendo porque no quiere ser ejecutado. Ese presidente siempre ha intentado eliminar a los usuarios de Maximum Effort con una mentira sucia y estúpida.
La guardia siguió sonriendo burlonamente y se acercó a Iris, quien era más baja que ella.
—Tienes suerte de que todavía eres una princesa de Iceling. Te voy a romper tus malditos órganos de hielo.
Flare se puso frente a Iris.
—No amenaces a Iris. Eso ya es suficiente. Abusas de tu poder porque quieres sentirte superior, como los demás.
La guardia estaba a punto de responder cuando fue asesinada por alguien. Un grano de un árbol corrupto y muerto cayó al suelo con ella.
El trío miró a la figura que apareció, sintiéndose inseguros.
—Ah, perdónenme. ¿Les interrumpí algo? —dijo la figura, caminando hacia ellos.
Tenía la frente llena de puntos cosidos, una larga vestimenta que parecía haber sido usada hace siglos, chanclas rotas, cabello largo y negro, y más cabello que le cubría la frente y los ojos.
Yerno preguntó:
—¿Y tú quién eres?
—Yo soy Yuko —respondió la figura.
Iris lo miró fijamente y dijo:
—¿Yuko? ¿El último sujeto con la habilidad extinta de posesión?
Yuko asintió.
—Eres inteligente y observadora, niña. Pero no vine a saludar… vine a darles una buena paliza a los tres.
Yerno, Iris y Flare se pusieron en posición de combate.
—Esa línea significa que nos va a matar y a quitar nuestros cuerpos —dijo Flare.
Yerno lo miró y preguntó:
—¿Quitarnos el cuerpo? ¿A qué demonios te refieres?
—Su frente tiene puntos cosidos. La leyenda dice que un usuario con habilidad de posesión es, en realidad, un parásito que vive en el cuerpo de una persona para controlar sus movimientos y habilidades —explicó Flare—. Se dice que Yuko es uno de ellos, y son más inteligentes y estratégicos que los de Maximum Effort. Antes, ambos tipos se unían en batalla, ya que los de Maximum Effort veían sus habilidades psíquicas como armas letales. Pero, al parecer, Yuko no estaba de acuerdo con eso. Él toma su posesión en serio. Y cuando el cuerpo de una víctima muere por causas naturales, ese parásito se traslada a otro cuerpo inconsciente para matar a los aventureros.
—¿Y de dónde consigue esos cuerpos? —preguntó Yerno.
—De tumbas o de víctimas que él mismo ha matado —respondió Flare, sin miedo.
Yuko utilizó su habilidad de posesión para controlar un árbol.
—Veamos qué tan fáciles son ustedes, jóvenes —dijo Yuko.
Los árboles intentaron aplastar al trío, pero Flare los quemó rápidamente con sus llamas.
Corrió hacia Yuko para darle un fuerte golpe, pero este esquivó y contraatacó, controlando una fuente de agua y lanzando balas de agua hacia Flare.
Flare esquivó cada bala y contraatacó con una fuerte patada de fuego que empujó a Yuko fuertemente.
Yuko sonrió.
—Eres fuerte, Flare. Menos mal que me sorprendiste con ese golpe.
Yuko se irguió y corrió hacia Yerno tan rápido que Flare no tuvo tiempo de reaccionar.
Con su mano brillando de color rosa, Yuko intentó tocar a Yerno.
—¡YERNO! ¡TEN CUIDADO! —gritó Flare.
Yerno reaccionó, esquivó el ataque y contraatacó con una patada en la barbilla, seguida de un fuerte golpe en el estómago que lo hizo retroceder.
Yuko se arregló la barbilla con un crujido escalofriante.
El trío se sintió incómodo al ver eso.
—Ah, estoy debilitado. Hace mucho tiempo que mis habilidades no funcionan bien. Eso fue un buen golpe, niño —dijo Yuko.
—¿Entonces por qué nos atacas? —preguntó Yerno.
—Estoy probando mis fuerzas, y al parecer no estoy tan mal. Acabo de despertar después de cambiar de cuerpo hace 80 años. Es un proceso largo, pero necesario —explicó Yuko.
Miró fijamente al grupo.
—Veo que van a la Ciudad del Metal, ¿eh?
—¿La Ciudad del Metal? Supongo. Ahí es donde está la ciudad seductiva que queda junto a la Ciudad del Metal —dijo Flare.
Yuko se dio la vuelta.
—Bueno, en ese caso… tengan cuidado.
Yuko desapareció entre los árboles.
—Qué tipo más raro… —dijo Flare.
Iris caminó hacia él.
—¿Viste lo rápido que fue hacia Yerno? Me sorprende que Yerno haya sido el único que reaccionó así…
El trío volvió a caminar, mientras Yuko los observaba desde un árbol.
Yuko sacó su propio dispositivo y habló con el presidente.
—Tatum, parece que Yerno está con dos personas.
—Ya lo sé —respondió Tatum—. Está con el príncipe de Flameyon y la princesa de Iceling. Ya notifiqué a sus padres, pero lamentablemente están ocupados. Quizás se den cuenta después, y eso nos dará una oportunidad para capturarlo sin que intervengan.
—¿Y qué opinas de la chica? —preguntó Yuko.
—¿Pelagia, dices? No me digas que los observaste también…
—Bueno, diría que sí estuve espiándolos. Pero ¿qué hago si esa chica interviene? Ahora que tiene libertad de salir de Venenocin…
Tatum pensó un momento y respondió por la radio:
—No le hagas caso. Su padre se enfurecerá si la tocas. Es muy protector con su hija. Además, tú no tienes la fuerza suficiente para enfrentarla.
Yuko se molestó.
—¿Acaso me estás llamando débil? ¡Yo seré un dios en este mundo! ¿Y me comparas con una chica estúpida y ridícula que ni siquiera puede vencer a alguien más débil que Lexton?
Tatum suspiró.
—Tienes un problema con tu complejo de dios… Pero ni modo, hay que esperar a que Flare e Iris se separen del grupo por asuntos familiares. No sabemos cuánto tardarán en darse cuenta, podrían ser días o semanas, porque el sistema está muy lento.
—Entiendo —dijo Yuko.
El dispositivo se apagó, dejando a Yuko solo.
—Su cuerpo es muy valioso para mí… Pero ¿cómo hago para tomarlo antes de que ese estúpido presidente lo capture? Manipular al presidente fue una jugada fácil. Pensé que sería más difícil, pero al parecer, hice una buena jugada.
Yuko desapareció del árbol.