Blazing Limit 13 - El Espíritu que la Protege

[Llamas = Absorción de Fuego] Con una Fórmula que los bandidos desconocían; tanto el Fuego que estaba atacando, como el que mantenía el bosque ardiendo y el que estaba quemando la aldea, todo el Fuego se detuvo y empezó a reunirse en la mano del ser que había aparecido de la nada. 

Este ser tenía una apariencia Humanoide translucida que estaba completamente formada por Llamas anaranjadas, las cuales ondeaban mientras mantenían su forma. 

Era aquel que la joven tanto añoraba, con quien deseaba pasar el resto de sus días y quien finalmente decidió hacer frente a sus propios sentimientos. 

El gran espíritu que residía en el santuario del bosque, Domaze. 

Había venido en su rescate. 

“Do…ma… ze….. por.. qué?” La joven creía que estaba alucinando debido al cansancio. No había forma de que el espíritu la salvara en esta situación. 

No podía siquiera llorar en esta situación por lo cansada que estaba. 

Ella sabía. 

Sabía lo importante que era la investigación del espíritu. Ella misma no podía compararse. 

La esperanza que mantenía de salir juntos de la aldea era solo una ilusión en la que ella misma se encerraba. 

Comparado a la eternidad que él buscaba, el tiempo que pasó junto a ella no era nada. No significaba nada. 

[Descansa] Contrario a lo que la joven pensaba, una cálida mano se posó sobre su cabeza, ayudándole a dejar todas sus preocupaciones y cerrar los ojos para poder descansar finalmente. 

… 

[Fuego inútil. Protégela] Con la joven dormida, Domaze ordenó al Fuego que se había reunido en su mano para que la protegiera, carbonizando al joven inconsciente que aún yacía en el lugar. 

Luego miró a los dos bandidos, que aún no terminaban de entender la situación, con una mirada indiferente, como si les estuviera insinuando que no los perseguiría si escapaban ahora mismo. 

“Je-jefe. ¿No se acaba de volver peligroso? Esa cosa absorbió todo mi Fuego” El pelirrojo gritó, aparentemente aterrado, pero de manera extraña, su expresión mostraba expectativas ante la situación, como si quisiera pelear contra el oponente que tenía enfrente. 

“¡Lo se idiota! Uno tras otro, nuevos problemas salen cada vez” El líder de la cicatriz expresó sus quejas, pero tampoco podía ocultar su mirada llena de codicia. 

“Este se ve bastante bien, si lo capturamos, podríamos venderlo por un precio aún más alto que el de esa chica” Un nuevo plan se formó en su mente y estaba dispuesto a hacerlo realidad. Sin importar los peligros que conllevaría hacerlo. 

Al escuchar la recompensa que podrían obtener, el rostro del pelirrojo mostró una expresión llena de codicia. Parecía que al mirar al espíritu veía un saco de monedas en su lugar. 

[Metal. Afila nuestras armas] Con esa Orden, tomaron las espadas que tenían en sus espaldas, las cuales empezaron a relucir con un color cobrizo brillante y se prepararon para atacar al espíritu, sin preocuparse si podrían o no golpear ese cuerpo formado por Llamas. 

[Llamas = Llamarada] Un montón de Llamas se reunieron frente al espíritu, las cuales salieron disparadas como si fueran el proyectil de un cañón, alcanzando una gran velocidad. 

A Domaze no le importaba lo que esos dos iban a hacer, pero si iban a exponer a Chinne al peligro, entonces se desharía de ellos lo más rápido que pudiera 

“¡Desvíalo!” El Elemento del hombre de la cicatriz era el Metal, lo cual podría crear una defensa perfecta contra ese ataque, pero necesitaba tiempo para crearla y la velocidad de esas Llamas se lo impedía. Por lo que su única opción era que el pelirrojo, quien tenía un Elemento similar, lo desviara. 

Confiaba en que podría desviarlo, o al menos sacrificarse para bloquearlo, por lo que empezó a preparar una Fórmula con la intención de atacar en el momento en que todo se resolviera. 

Pero no hizo nada. 

El pelirrojo estaba por hacer una Orden que los protegiera de aquel ataque, pero vio algo dentro de la llamarada que lo hizo detenerse en seco, como si pudiera perder algo importante si llegase a bloquearlo. 

Así que se dejó quemar por las Llamas que se acercaban, sin mostrar signo de resistencia. 

“Qu- idiota, qué haces-Aaaaagh” El líder de la cicatriz no esperaba que el ataque no fuera bloqueado y le permitiera pasar de lleno, por lo que fue invadido por las ardientes Llamas, quemándolo desde adentro hacia afuera, quitándole la vida en el proceso. 

Así, otro Rango Elemental fue eliminado en poco tiempo. 

Domaze esperaba que el otro no tardara en morir, por lo que volvió a ver el estado de Chinne, pero notó un cambio inesperado en la situación. 

Las Llamas que envolvían al pelirrojo estaban disminuyendo a vista directa, siendo reemplazadas por su propio Fuego. 

El hombre mismo mostró un cambio después de ser quemado por las furiosas Llamas. Su cabello empezó a crecer, sus ojos, previamente marrones, so volvieron rojos; igualando el color de su Fuego y su piel se volvió ligeramente más oscura, como si se hubiera convertido en la propia fuente de su Fuego. 

“Jajaja. Lo logré, al fin lo alcancé y antes que todos ustedes, idiotas!“ Una risa eufórica se originó del hombre pelirrojo, se había vuelto más fuerte. 

“Ya no soy el de antes, ahora yo seré el jefe” Pateó el cadáver quemado del hombre de la cicatriz, el cual ya no respondería incluso si le escupiera encima. 

“Y gracias a ti, pude alcanzar un nuevo Rango” La actitud del pelirrojo había cambiado, ahora sonaba más calmado, pero sin falto de la expresión de sus deseos previos. 

Su cultivo había crecido después de ser envuelto en la llamarada y comprender aún mejor su Elemento y su propio Cuerpo Inmaterial. 

Había alcanzado el Rango Marcial gracias a las Llamas de Domaze, evolucionando su Raza y adaptándo su cuerpo físico aún más a la energía. 

[Sal de aquí y no te mataré] Pero el espíritu aún estaba desinteresado, como si un avance de ese calibre fuera una nimiedad para él. 

Ahora mismo, la seguridad de Chinne era lo único que importaba. Lo mejor era evitar peleas que pudieran involucrarla o perturbar su descanso. 

“¿Estás loco? Ese pequeño Fuego que puedes lanzar ya no es ninguna amenaza. Y apuesto a que gastaste todo tu Elemento en ese ataque de antes. Ahora se volverán el primer botín de este gran yo” Ya no parecía tener límites. Todo lo que lo rodeaba podría conseguirlo con solo ordenar a la energía, así qué ¿Por qué debería dejar ir este tesoro que tenía en frente? 

Nada podría detenerlo. 

[Llamas = Explosión] Las Llamas salieron del cuerpo de Domaze, compactándose mientras se acercaban rápidamente al pelirrojo, preparándose para crear una explosión al tocarlo. 

“Jajaja. Es inútil” No esperaba que pudiera lanzar un nuevo ataque, pero estaba completamente confiado de su victoria en este momento. 

[Fuego. Protégeme] Su cabello empezó a incendiarse y sus ojos mostraron un brillo rojizo, creando Fuego frente a el con el objetivo de protegerse. 

*Boom* 

El pelirrojo, ahora un Rango Marcial, fue enviado a volar de regreso al pueblo por el ataque del espíritu, un Rango Elemental. 

*Crash* 

Chocó contra una casa, destruyéndola en el proceso. La nueva fuerza que residía en su cuerpo lo ayudó a reducir el daño y salir ileso. Pero quedó desconcertado. 

(¿Acabo de perder? ¿Contra un Rango Elemental?) Perder contra alguien de un Rango menor era inaudito, pero, ¿Qué era esto entonces? 

Los Rango Elemental no deberían ser capaces de efectuar ese tipo de Fórmulas, él mismo no era capaz de hacerlo después de avanzar de Rango. 

[Llamas = Ascensión de las Llamas] Mientras el pelirrojo estaba perdido en sus pensamientos, Llamas se elevaron hacia el cielo desde donde estaba, causándole quemaduras que incluso su nueva piel adaptada al Fuego no pudo resistir. 

Un grito escapó del hombre, y no pudo evitar pensar que esta situación no tenía sentido. 

Un Rango Elemental se habría desmayado después de utilizar unas cuantas Ordenes de esa escala. Y este tipo ha usado tres, haciéndolas más poderosas cada vez que las utiliza. 

(¡Esas no son Ordenes!) El pelirrojo recordó que las Ordenes no son el único tipo de Fórmula que existe. 

Pero ya era muy tarde. 

[Llamas + Llamas = Descenso del Incendio] Las Llamas que habían subido hacia el cielo recibieron energía nuevamente y empezaron a caer con una velocidad y fuerza increíble, evitando cualquier tipo de escape para el ya malherido bandido. 

[¡Fuegoooooooo!] Un último intento de hacer una Orden fue efectuado por el pelirrojo. 

*Boom* 

Pero no pudo detener las Llamas, cuyo impacto dejó un cráter del cual surgían las mismas Llamas que cayeron del cielo. 

Ya no había más entes invadiendo la aldea, solo unos pocos mortales que ya habían escapado con los vampiros capturados. 

Pero eso no era importante para Domaze. 

Al terminar su batalla, fue al lugar donde Chinne estaba descansando, por suerte, nadie había tratado de tocar el escudo que la protegía. 

[Desaparece, Fuego] La joven estaba segura con la presencia del espíritu cerca suya, por lo que deshizo el escudo, el cual desapareció, volviéndose energía pura nuevamente. 

Ahora era tiempo de llevarla a un lugar donde pueda descansar más cómodamente, así que, con mucho esfuerzo, tomó a la joven en sus brazos y empezó a caminar. 

Para la mayoría de los Limites, una tarea como esta es directamente imposible, ya que no tienen capacidad para interactuar con los objetos físicos más allá de gastar energía para que sus Elementos tengan la capacidad de interactuar con los objetos físicos. 

El mismo Domaze también sufría de esta limitación, por lo que en este momento estaba utilizando las enormes cantidades de energía que había guardado durante todo el tiempo que no había entrado al Rango Elemental y su control inigualable sobre esta para evitar cualquier error y no soltar a Chinne. 

Fue realmente duro para el espíritu, no se podía permitir equivocarse aquí. 

Cada paso era una dura lucha para mantener el control de su propio estado físico. 

Toda la energía que había estado guardando estaba siendo usada a una velocidad peligrosamente alta. Pero su deseo de mantener segura a la joven era mayor a cualquier preocupación existente. 

Con un solo error, todo se volverá peligroso para ambos. 

… 

Finalmente pudo entrar a una casa con la joven en sus brazos, la cual, por pura coincidencia era la casa de Chinne y la hizo reposar en el primer cuarto que encontró, el cultambién era el de Chinne. 

[Descansa] No estaría en peligro nuevamente. 

Colocó su mano hecha de Llamas en el rostro de la joven, usando nuevamente su control sobre la energía para no quemarla, imitando el acto de acariciarlo. 

[Estaré contigo en todo momento] E hizo un juramento que nunca rompería.