Tenía que haber una razón lógica por la que el médico había amenazado con involucrar a la policía, a pesar de la sagrada confidencialidad de la relación médico-paciente. También debía haber una explicación más profunda de por qué Jane miraba al médico con un aura de familiaridad, pero Kyle sabía que era mejor no hacer estas preguntas ahora. Por eso se disculpó y fue a buscar al médico. Su discusión fue breve pero estratégica. Kyle le pidió al médico un último período de gracia, prometiendo que él personalmente manejaría la situación y se aseguraría de que no se repitiera este incidente. Para endulzar el trato, Kyle transfirió discretamente una cantidad sustancial de dinero a la cuenta del médico, una acción que no dejaba lugar a negativas.