Café

—Hola, Kyle. Perdón por llegar tarde. Fue difícil encontrar una niñera a última hora —se disculpó Cassandra mientras tomaba asiento frente a él.

—No pasa nada. Me alegro de que hayas venido —respondió Kyle, ofreciéndole una sonrisa tranquilizadora.

Hizo un gesto para que la camarera se acercara. Ya se habían acercado a él varias veces, pero Kyle les había dicho que estaba esperando a alguien.

—Por un momento, pensé que me ibas a dejar plantado —añadió Kyle, mirando directamente a los ojos de Cassandra. Ella no rompió el contacto visual, su mirada firme e indescifrable.

—Solo llegué un poco tarde, eso es todo —respondió secamente, con un tono teñido de aburrimiento. Kyle se dio cuenta rápidamente de que esta cita para tomar café iba a sentirse como una tarea pesada.