Kyle se quedó con Collins durante aproximadamente una hora, observando el progreso en la construcción de su ambiciosa discoteca multipropósito. No podía evitar imaginar a Ella actuando allí algún día si todo salía según sus planes. Kyle estaba seguro de que este lugar sería un éxito rotundo debido a la estrategia única que tenía en mente. Planeaba operar el negocio sin buscar ganancias inmediatas, manteniendo los precios marginalmente más bajos que los de sus competidores.
Este enfoque aseguraría que la gente acudiera en masa a la discoteca, ansiosa por aprovechar la oportunidad de ahorrar algo de dinero. Kyle creía que no había razón para hacer más de lo necesario en la fase inicial. Por supuesto, no pretendía operarla con pérdidas totales—esta estrategia sería temporal, durando solo el primer año. Después de eso, planeaba aumentar gradualmente los precios, confiando en la lealtad de una base de clientes ya establecida para sostener el negocio.