"""
Kyle acompañó a Jane a un restaurante cercano, un acogedor local que había descubierto hace algún tiempo. El cálido ambiente y el suave murmullo de conversaciones tranquilas lo convertían en el lugar perfecto para que ella se relajara. La animó a pedir lo que deseara, enfatizando que no debía preocuparse por el costo. A pesar de sus garantías, Jane seguía siendo considerada, teniendo cuidado de no elegir nada extravagante. No quería sentirse como una carga financiera para él, aunque Kyle no lo veía así.
Su modestia en tales asuntos le resultaba entrañable, y Kyle no podía evitar encontrarlo adorable. Notó lo mucho más relajada que parecía ahora a su alrededor. La rigidez y la vacilación que una vez marcaron su comportamiento habían desaparecido, reemplazadas por una sensación de tranquila comodidad que lo reconfortaba.