Sin idea.

Kyle se encontró atrapado en el edificio con Calista, sin estar seguro de si debería confrontarla o simplemente encontrar un lugar para esconderse.

Su mente corría a toda velocidad, pero rápidamente se dio cuenta de que retirarse a las sombras parecería sospechoso, y eso era lo último que necesitaba en ese momento.

Su mejor opción era actuar con naturalidad, a pesar de su creciente inquietud. Sacudió la cabeza sutilmente hacia Isabella, indicándole que a Calista no se le debía permitir unirse a su reunión.

—Actualmente estoy en una reunión —dijo Isabella fríamente—. Dile que estaré con ella en breve.

—Me disculpo por la inconveniencia, pero no fui informada de su llegada —continuó Isabella, ofreciendo una disculpa mientras su tono permanecía formal, aunque podía notar que Kyle estaba visiblemente incómodo.

Ella no se detuvo en ello, asumiendo que él simplemente estaba desprevenido por la visita inesperada.

Kyle, sintiendo la tensión en el aire, trató de mantener la compostura.