Jane se apresuró a entrar en la habitación del hospital en cuanto le dieron permiso, con Ella siguiéndola.
Querían escuchar toda la información que Kyle tenía que dar porque no había forma de saber si esto volvería a suceder.
En el momento en que Jane vio a Kyle, se lanzó sobre él, olvidando por un breve segundo que se estaba recuperando de una herida de puñalada.
A Jane no le importó en ese momento y apretó su abrazo alrededor de él.
—¡O-Oye...! —Kyle luchó por decir en medio del dolor que sentía en cada centímetro de su cuerpo, pero pronto sintió algo húmedo caer en su hombro.
Eran las lágrimas de Jane. Kyle sonrió, dándose cuenta de que ella debía haber estado muerta de miedo.
Kyle miró a Ella y ella no pudo contener su sonrisa porque también estaba tan asustada como Jane, pero lo ocultaba mucho mejor que su mejor amiga.
—Dios, te ves horrible —dijo Ella en voz baja y Kyle se rio porque lo tomó por sorpresa.