Calista estaba tan ocupada con su actuación, pero incluso con eso, se preocupó cuando no pudo contactar a Kyle. No había forma de hacerlo e intentó visitarlo, pero no había nadie en casa.
Esto la dejó inquieta y comenzó a afectar su trabajo porque no podía dejar de pensar en él.
—¿Dónde estás, Kyle? —murmuró Calista entre dientes con su teléfono en la mano.
Estaba imprudente y no podía creer que no había tenido noticias de Kyle durante algún tiempo.
Comenzó a preguntarse si la había ignorado, esa era la única explicación lógica para que algo tan drástico sucediera.
Calista odiaba lo afectada que estaba por esto, pero no le correspondía a ella hacer una escena.
Esto siempre fue una posibilidad, sabía que sucedería tarde o temprano, pero se adelantó y comenzó a sentirse demasiado cómoda.
Por eso lo mantenía simple, pero Kyle había logrado atravesar su defensa.
Al final, no le sorprendió que este fuera el resultado.