Kyle se estaba desmoronando. Se desconocía si sus recuerdos reprimidos eran lo único que lo mantenía cuerdo, pero estaba claro que tenían un impacto en él.
Kyle aceptó su destino, Jones tenía todo el derecho de reaccionar como lo hizo.
Kyle notó que todas las miradas estaban sobre él, mirándolo como si fuera una víctima, pero a Kyle no le importaba mucho la atención que estaba recibiendo.
Pasó junto a ellos y entró al edificio como si nada hubiera pasado.
Pero el puñetazo de Jones le había partido los labios y Kyle podía saborear su sangre.
La verdad era que Aiysha nunca lo rechazó porque él no hizo ningún movimiento hacia ella.
Sin embargo, no iba a dejar que Jones lo supiera.
El hecho de que Aiysha se lo dijera era suficiente para Kyle.
Kyle tomó en sus manos la tarea de ponerla a prueba después de que Jones había mostrado preocupaciones de que su esposa lo engañaba, y por eso pasó de evitarla.