Kyle esperó pacientemente y en el momento en que Aiysha salió del baño, pudo ver que Jasmine se veía mucho mejor.
Su rostro enrojecido había disminuido y Kyle estaba visiblemente aliviado.
—¿Cómo está? —preguntó Kyle y Aiysha le dio una sonrisa tranquilizadora.
—Va a estar bien, pero asegúrate de conseguirle algún medicamento también, aunque lo peor ya debería haber pasado —le aseguró Aiysha.
Debe haber estado enferma por un tiempo porque no había manera de que algo tan serio apareciera de repente en un abrir y cerrar de ojos a pesar de haber dejado un ambiente contaminado.
—Muchas gracias, Aiysha —Kyle mostró su gratitud, pero no se sentía cómodo con la ropa que ella llevaba puesta, más ahora que estaba mojada.
—... Pero tengo que pedirte que te vayas —continuó Kyle y Aiysha pareció triste.
No podía creer cómo habían resultado las cosas, pero esto era algo que no se podía evitar ya que ella fue quien no logró establecer límites adecuados con Kyle.