Las Buenas Chicas Solo Merecen Lo Mejor

Ah. He cometido un error. ¿Cómo no pude pensar que ella reaccionaría así? Era tan obvio.

—Blossom —digo, lo que también despierta a Ayame, quien parece haber pasado por alto este pequeño detalle. Al oírme llamar el nombre de la raza de perros, Ayame gira la cabeza y hace una mueca al llegar a la misma conclusión que yo.

Blossom se sienta y me escucha obediente y atentamente.

—Sé que la cama puede ser pequeña para tres personas, pero por favor sube. Hay espacio suficiente para todos.

Me mira con incertidumbre. Me duele un poco que siga siendo tan cautelosa, pero entiendo completamente lo que piensa.

—No te preocupes, Blossom. Dormiré entre tú y él para que puedas descansar tranquila.

Blossom gira su cabeza hacia Ayame, a quien examina durante unos segundos antes de volver a concentrarse en mí. Sus ojos están llenos de preocupación mientras pregunta nerviosamente:

—¿Está realmente bien que Blossom...?