"""
Dejo que Blossom se entregue a su entusiasta saludo durante unos minutos más mientras descanso en el suelo de madera con la fervorosa chica de raza de perros tendida sobre mí. Su calidez contrasta fuertemente con las frías realidades que nos esperan fuera de este pequeño refugio seguro.
Sus ojos son brillantes y demasiado confiados, lo que de alguna manera me recuerda que esta noche será el último obstáculo de la Operación Liberación Peluda, después de la cual esta maravillosa persona será legalmente mía. Ya no tendrá que preocuparse constantemente por un hechizo pícaro que detecte su estado sin dueño y sea perseguida.
Después de unos minutos de juego afectuoso, me desenredo del abrazo de Blossom. Nos ponemos de pie antes de sacudirnos y intercambiar miradas cómplices. Me encuentro con la mirada de Ayame y veo una gran cantidad de emociones no articuladas escondidas allí.