Bajo la mirada solo para ver que, a pesar de la naturaleza bastante complicada de la tarea que le he dado, ella sigue enfocando su mirada en mi rostro, observando mis más mínimas reacciones a sus maquinaciones. Ya sabía que ella obtiene placer al ver mis reacciones corporales a su servicio por nuestras sesiones anteriores, pero nunca podría tener suficiente de ella.
Al ver su expresión pervertida y lujuriosa, sus ojos que bien podrían tener corazones por pupilas, pierdo mi lucha contra mi propio cuerpo. Simplemente no puedo resistir todas estas sensaciones que me asaltan al mismo tiempo, tanto físicas como espirituales.
—Blossom, continúa bombeando con tus manos pero levanta tu pecho. He estado descuidando tus hermosos senos por demasiado tiempo... —logro decir entre mis gruñidos.