Punto de vista: ???
*¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!*
Me agarro al borde del mostrador con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos mientras toda la posada tiembla a mi alrededor. El ruido es ensordecedor, y apenas puedo mantener la compostura. Puedo sentir mi cara ardiendo, mi corazón latiendo en mi pecho. ¿Por qué tenía que pasar esto hoy de todos los días?
—¡Ah! ¡Ah! ¡¡¡Maestro!!! ¡¡¡Kyaaaaa!!!
Gritos distintivamente femeninos atraviesan las paredes, cada uno más desesperado y... y... ¡Oh dioses, esto es tan vergonzoso!
¡Se suponía que sería un día tranquilo! Mis padres acababan de irse al mercado, dejándome a cargo. Dijeron que sería un día fácil, apenas con huéspedes, solo algunos clientes habituales que saben mantenerse discretos. ¡¿Entonces por qué tiene que pasar esto ahora?!