¡Banzai!

- Punto de vista: Quinlan -

—respondió Ayame a mi petición.

Estaba en el sótano ayudando a quitar los collares de las mujeres cuando Cedric se acercó y Selene lo siguió rápidamente. Levanté una ceja cuando la vi arrastrando a un tipo desnudo que gritaba mientras ella mantenía una completa cara de póker.

—¿Qué pasa con esto? —pregunté con curiosidad.

—Estaba ladrando mientras un guardia le destrozaba la puerta trasera.

—¿En serio? —dije mientras miraba a Dorothy y a la docena de otras mujeres que él secuestró para ser sus esclavas sexuales.

—Tal vez por mantener las apariencias —dijo Selene encogiéndose de hombros. No podía molestarse con este tema y yo tampoco, así que seguí adelante.

—¿Qué demonios están diciendo? —le preguntó el padre al hijo una vez que las tres generaciones de maravillosos seres humanos estaban arrodillados uno al lado del otro.

—No lo sé...

—¿Te gustan los hombres?

—No.