Bastardos Endogámicos

Toda esta celda del sótano y la tortura me recordaron a la simulación de Iris, lo que solo aseguraba que estas personas no recibirían un final rápido para sus vidas. Con ese fin, dejé de abofetear al barón antes de que accidentalmente le rompiera el cuello, agarré su pierna y comencé a arrastrarlo de vuelta hacia la celda mientras chillaba como un cerdo que se dirigía al matadero, lo cual ciertamente era. Envié una nota mental a Selene y Cedric de que quería ver a los otros dos Espinos Negros lo antes posible y que me consiguieran sus llaves para los collares de su 'harén', también conocido como esclavas sexuales ilegales.

Unos minutos antes, Selene y Cedric subían las escaleras para registrar la mitad superior de la mansión.

—Lo estás haciendo mucho mejor de lo que esperaba —murmuró Cedric mientras observaba los pasos confiados que Selene daba por las escaleras.

—¿Pensaste que me convertiría en un desastre emocional? —preguntó ella con desdén.