—¡Soy... una... cobarde! —Ha pasado una semana y logré evitar a Isaiah. Lo que significa que seguía atrapada en esta manada. Nunca iba a poder irme, lo cual hacía feliz a mi madre. Tenía miedo de saber si él recordaba algo. Isabella podía notar que no quería hablar de ello, así que llenamos nuestro tiempo con sus próximas nupcias y formas de matar a su madre. Sí, puede ser un poco loca.
Mientras reunía fuerzas para conseguir mis papeles, decidí continuar mi entrenamiento en el bosque. Me ayuda en momentos de estrés. Aunque la mayoría de los cazadores usan los arbustos para esconderse, a mí me gusta usar los árboles. Creo que da la mejor ventaja y además, nadie mira hacia arriba.