CAPÍTULO 14 Isabella

Victoria se alejó furiosa de mí dejándome en shock. La pareja destinada de mi hermano es una asesina. Eso no podía ser. Esa chica no parece que pudiera lastimar ni a una mosca. Tal vez Victoria se equivocó en algo.

—Qué fácil es para ti desconfiar de nuestra pareja. Quizás es bueno que nos haya rechazado —gruñó Jas.

—No tengo tiempo para esto ni para tus comentarios. Tengo que encontrar a mi amiga.

Bloqueé a Jas y continué mi búsqueda de Zira. Fui a casa de sus padres y su madre abrió la puerta.

—Isabella, qué agradable sorpresa —dijo. Siempre he querido a la madre de Zira. Me hace sentir amada cada vez que vengo. A diferencia de mi propia madre, la Sra. Lake realmente me escucha y puedo ser yo misma con ella. Me envolvió en uno de sus legendarios abrazos. Sus abrazos son siempre los mejores. Tan reconfortantes y tan fáciles de recibir. Me apartó para examinarme. Frunció el ceño cuando notó mi media sonrisa.

—Oh mi niña, ¿qué pasa? —preguntó y eso fue todo.