ISAIAH
Hunter y el brujo George me sujetaron mientras intentaba tomar el control de Devon. Para él, Alaia no había hecho nada malo. Era su pareja y no tenía defectos. Yo, por otro lado, tenía la sensación de que algo andaba mal con ella, pero no podía culparla sin pruebas. Si nos equivocábamos en esto, solo crearía fricción en nuestra relación. Ese pensamiento por sí solo hizo que Devon saliera con toda su fuerza.
—¿Cómo te atreves a culparla cuando ella te ayudó a rescatar a tu bruja, tu pareja? —le espetó Devon a Zack mientras empujaba a Hunter y George.
Era el turno de Zack de gruñir a Devon por mencionar a su pareja. Isabella y James se pararon frente a él. Ahora había dos Alfas enojados en un espacio reducido. Nunca era una buena señal. Isabella me miró, suplicando con sus ojos.
—Devon e Isaiah, por favor. Zack no implicaría a su propia hermana sin razón. Vamos a escucharlo, ¿de acuerdo?