CAPÍTULO 166 Desestresarse

Ezekiel ayudó a Madre Essie a sentarse. Ella les dijo que un viaje como el que habían tenido podía agotar a una persona. Parecía cierto mientras Arias se acomodaba en el regazo de Zira, con su cabeza apoyada en sus hombros y sus ojos medio cerrados. Zira pensó en lo que Niamh le había mostrado y dicho mientras Madre Essie explicaba la falta de poder de Arias.

Lana se rió.

—Esa es la cosa más extraña que he escuchado jamás. ¿Cómo podría algo como tu miedo bloquear sus poderes?

—Mi reacción hacia él ese día lo hizo temer a sus poderes. Él vio mi miedo. Un miedo que estoy segura muchos lobos blancos conocen bien. Lo hice temer ser él mismo.

Zira sintió a Isaiah limpiando las lágrimas que caían por su rostro. Se apoyó contra su mano. Agradecida de tenerlo a su lado durante todo esto.

—Nunca había oído algo así —dijo Lana categóricamente—, y créeme cuando digo que los lobos blancos aquí han tenido su propio tipo de trauma.