—Dos menos, seis por delante.
La sonrisa de Alex se ensanchó mientras avanzaba, su brazo izquierdo transformándose y deformándose en la forma dentada y ensangrentada de las [Garras Sangrientas de Dragón].
La transformación envió un profundo resplandor carmesí pulsando a través de sus venas, llenando el aire con un zumbido inquietante.
Mientras avanzaba, otra capa de poder lo rodeó.
Sus [Orbes Universales] emergieron, esferas brillantes de energía cambiante, cada una pulsando con un color diferente mientras se materializaban y comenzaban a orbitar a su alrededor como cuerpos celestes.
En el momento en que se estabilizaron, el campo de batalla ya no era simplemente seis contra uno.
Era seis contra Alex y todo lo que él empuñaba.
Ahora estaba sacando todo su arsenal.
No estaba aquí para jugar, esta pelea necesitaba terminar.
Frente a él, Lord X permaneció impasible, su mirada firme.