Grace gimió y enterró la cara entre sus manos.
—Estás aprendiendo malas costumbres de Rune —murmuró cuando finalmente levantó la mirada y se enderezó.
Escuchó a Rune burlándose a su lado. En cuanto al Dr. Kian, soltó una risita antes de acercarse al área de estar.
—¿Lo estoy? —preguntó entonces, fingiendo inocencia y alternando su mirada entre ella y Rune.
Antes de que pudiera siquiera pensar en una respuesta, lo escuchó añadir:
—Aunque debo admitir que estoy un poco celoso. Aún no me has besado con tanta pasión.
Rune arqueó una ceja, y su sonrisa se volvió presumida.
—¿Qué puedo decir? Simplemente no puede resistirse a mí.
Grace le lanzó una mirada fulminante, aunque sin verdadero enojo. Volviéndose hacia el Dr. Kian, dijo:
—No estarás uniéndote a él para torturarme ahora, ¿verdad? —Se aseguró de poner una expresión desalentadora, y su plan inmediatamente surtió efecto.
La expresión del Dr. Kian se suavizó, y su actitud burlona dio paso a algo más sincero.