La Decisión Que No Quería Tomar

El silencio de su oficina se prolongó mucho después de que Davian se fuera, pero la mente de Grace estaba lejos de estar tranquila.

Se paró junto a la ventana que iba del suelo al techo y miró hacia el horizonte de la ciudad. Sus dedos estaban cerrados en puños a sus costados. La idea de ser manipulada, forzada a hacer cualquier cosa, hacía que su sangre hirviera.

Su primer instinto fue eliminar el problema - matar a Davian King Parker.

Era lógico. Limpio. Una bala entre sus ojos, un accidente automovilístico, veneno en su bebida - tenía innumerables formas de hacerlo desaparecer. Y sin embargo, mientras consideraba la idea, su mente aguda diseccionaba la realidad de la situación.

Davian no era un empresario cualquiera.