#Capítulo 22 No te atrevas a tocar a Ryan
Punto de vista de tercera persona
De vuelta en la Manada Crowalt, un loro descendió hacia un anciano. El Anciano Fritz extendió su brazo para recibir al pájaro.
—Rompehuesos, ¿lo has visto? —preguntó el hombre con voz áspera. Miró al pájaro en su antebrazo por encima de su nariz nudosa y pequeños anteojos.
El loro repitió:
—Estoy bien. Estoy bien.
—Sí, eres un pájaro muy bueno —dijo mientras acariciaba la cabeza y el pico del pájaro. Rompehuesos frotó su cabeza arriba y abajo, disfrutando los elogios y las caricias. Había una pequeña cápsula atada a su pata, y el Anciano Fritz la retiró cuidadosamente de las ataduras, la abrió y recuperó una pequeña nota. Mientras la desenrollaba, su rostro se puso rojo.
—¡Absurdo! ¡El Alfa Jacob está fuera de control! —gritó, su voz haciendo eco en las profundidades de la gran mansión.