«¡Este chico realmente tiene un as bajo la manga!», pensó Evans, con el corazón lleno de conmoción mientras contemplaba la escena en el cielo.
Antes de que pudiera pensar más, vio a Luca levantar ligeramente su mano.
En un instante, los truenos comenzaron a converger en el cielo, entrelazándose en una monstruosa Serpiente de Trueno Plateada.
Luca miró con calma a Evans y dijo:
—¡Muere!
¡Boom!
¡El trueno retumbó por todo el cielo!
¡La Serpiente de Trueno Plateada, rebosante de una fuerza sin igual, se precipitó con un rugido ensordecedor!
Una sensación de fatalidad inminente invadió a Evans, y no se atrevió a dudar. Una luz verde lo envolvió, y rápidamente esquivó.
¡La serpiente plateada casi rozó la parte superior de su cabeza al pasar!
Evans podía oler algo quemándose. El sudor corría por su frente.
¡Había algo extraño en este relámpago!
Aunque no había sido alcanzado, aún podía sentir que su cuerpo se entumecía por un momento.