Este no era el momento para detenerse en ese pensamiento. Luca cortó sus pensamientos a la fuerza y, al ver a Coarmy y los demás aún congelados en su lugar, gritó con enojo:
—¡Hagan que todos se retiren ahora!
Era difícil para las personas comunes imaginar el puro poder destructivo de un monstruo de alto nivel. Si eran lentos, todos podrían terminar quedándose aquí. Si eso sucedía, no solo fallarían en despejar Celephais, sino que todo el Territorio del Norte bien podría caer.
Drumph y los demás, que acababan de recuperar el sentido, se estremecieron violentamente. Inmediatamente entendieron la gravedad de la situación. Agarrando sus radios, ordenaron al unísono:
—¡Retirada! ¡Retirada inmediata! ¡Aléjense de ese monstruo!