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—Maldito genio...
*La Maestra del Pico Ling Luo murmuró para sus adentros, sintiendo que tener un discípulo así le robaba por completo la alegría de ser maestra.*
Lu Yi hizo una pausa, pensó por un momento y habló:
—Maestra, ¿hay algo en lo que pueda ayudar? ¿Hacer mandados para comprar vino? ¿O limpiar la casa de bambú?
Ya que estaba aquí, Lu Yi sintió que no estaría bien no realizar algunas tareas.
Sin embargo, cuando la Maestra del Pico Ling Luo escuchó a Lu Yi mencionar la limpieza de la casa de bambú, le dio una larga y significativa mirada antes de agitar su mano. Lu Yi fue instantáneamente expulsado de la casa de bambú.
—Concéntrate en tu cultivo.
Donggong Ming Yue y Liu Ningshuang intercambiaron miradas desconcertadas hacia la Maestra del Pico Ling Luo, incapaces de entender por qué de repente perdió los estribos.
La Maestra del Pico Ling Luo notó sus expresiones y dijo con calma:
—Ustedes dos también deberían regresar y concentrarse en su cultivo.