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—Hermana Mayor es extremadamente fuerte, brindo por Hermana Mayor —rió suavemente Lu Yi.
Los dos bebieron y charlaron hasta que Donggong Ming Yue terminó de refinar los efectos de la medicina, lo que marcó el final de la reunión.
Después, los tres tomaron caminos separados, y Lu Yi continuó con su cultivo.
En el tiempo que siguió, Lu Yi cultivó constantemente, y vale la pena mencionar que debido al extraordinario talento que había mostrado, la secta había hecho una excepción con él, permitiéndole concentrarse en el cultivo sin la necesidad de realizar tareas de la secta.
De hecho, los Ancianos y el Líder de Secta de la Secta de la Nube Blanca incluso preferían que Lu Yi no saliera demasiado.
Después de todo, la Secta del Espíritu Sangriento y la Secta de la Nube Blanca todavía estaban en guerra, con discípulos de ambos bandos participando en batallas caóticas dentro del territorio de la Secta de la Nube Blanca todos los días.