Capítulo 64: Seducción

Juliana observó cómo el cuello de la blusa de Selene se aflojó debido a sus movimientos, revelando su piel blanca y delicada.

Además, el rubor en el rostro de Selene por haber corrido y su respiración agitada la hacían verse encantadora.

Al menos los hombres quedarían cautivados si vieran tal escena.

Juliana miró a Benson, quien también la miraba a ella, sin dirigirle ni una mirada a Selene.

Juliana sonrió suavemente.

—¿La Abuela me dejó ir sola?

Selene, manteniendo su postura, asintió.

—Sí, adelante.

—Entraremos juntos —dijo Benson.

—De acuerdo —respondió Juliana.

Selene mantuvo su pose seductora, pero Benson pasó junto a ella sin siquiera mirarla.

Selene apretó los dientes con frustración.

Se levantó y los siguió.

—Jill, espérame... ¡Ah!

Juliana escuchó su grito, arqueó una ceja y volteó a mirar.

Vio a Selene sentada en el suelo, con la falda ligeramente levantada, revelando sus muslos blancos casi hasta su ropa interior.