"""
—Mentirosa —dijo Mikel, y sus ojos tenían una mirada fría y penetrante.
Sylvia tragó saliva, su corazón latiendo aún más rápido ahora.
—Yo... no lo sé.
—¿Quieres saberlo? —preguntó Mikel, descruzando sus brazos y sentándose más erguido.
—Quiero saber —susurró Sylvia.
—Los lastimé porque se atrevieron a tocarte —dijo Mikel, con voz tranquila, sus ojos clavados en los de ella.
—¿Eh? —preguntó Sylvia, sus ojos abriéndose aún más.
—¿No me crees? —preguntó Mikel y se levantó de la cama.
—No... —negó Sylvia con la cabeza.
—No importa si me crees o no —dijo Mikel—. —Caminó hacia ella y se paró frente a ella, su rostro casi tocando el suyo.
—Quítate el vestido —susurró, su aliento cálido en su rostro.
El corazón de Sylvia se saltó un latido y sintió que la sangre le subía a la cara.
—¿Qué?
—Dije que te quites el vestido —repitió sus palabras con calma, casi seductoramente.