Ruedas del destino Parte 1

Eric se levantó de su silla y se acercó a Sylvia, tomando algunos mechones de su largo y sedoso cabello plateado, que en ese momento lucía tan sin vida como el resto de su cuerpo.

El viejo mago apretó su cabello entre sus manos, sus labios curvándose hacia arriba ante la vista de la mujer inconsciente, y regresó a la mesa llena de pociones.

Luego se sentó de nuevo, su mirada volviendo a posarse en su cuerpo.

—Heh... ¡Qué mujer tan cautivadora! Me sería difícil encontrar a una humana tan hermosa...

Se pasó los dedos por la barba y murmuró distraídamente mientras su otra mano añadía apresuradamente los mechones del cabello de Sylvia al líquido transparente para la prueba.

Suspiró levemente con un anhelo que no sabía que tenía e inclinó la cabeza para ver los resultados, cuando de repente...

¡BOOM!

Eric salió disparado de su silla y, como fue tomado completamente por sorpresa, cayó al suelo de espaldas.