Phoebe lo ignoró y se acercó a Susie, al llamarla por su nombre la chica se dio la vuelta. Sus ojos enojados los miraron fijamente, en este punto Tiburón se estaba escondiendo detrás de Phoebe, lo cual era una vista graciosa porque él era mucho más alto que ella. No podía esconderse, sin importar cuánto lo deseara.
Phoebe también debería haber sabido que Connie no perdería la oportunidad de burlarse de Tiburón.
—Tsk, pensé que eras el gran detective valiente y bocazas que resuelve todos los casos y está dispuesto a hablar con fantasmas. Cuando llega el momento, solo eres una niñita asustada.
Tiburón finalmente tuvo la oportunidad de ver a Connie, cuya actitud sarcástica y voz le resultaban familiares. Como era de esperar, era solo una chica, una adolescente.
No le tenía tanto miedo a su fantasma probablemente porque estaba acostumbrado a su presencia. Pero, se preguntaba si la había visto en alguna parte.