Mala basura.

Katherine llegó al Café Fantasma Negro con una actitud prepotente. Miró alrededor con desdén, pareciendo disgustada por el lugar. Luego, sonrió secamente y preguntó al gerente si podía hablar con el dueño del café.

Desafortunadamente, Rosett le informó que el dueño aún no estaba allí, lo que pareció desagradar a Katherine.

—¿Puedo llamarla y decirle que quiere verla? Puedo concertarle una cita si es urgente. ¿Cuál es su nombre por favor y...? —Rosett dejó de hablar cuando Katherine levantó su dedo índice para callarla porque su teléfono estaba sonando.

—Shhhh silencio —ordenó groseramente.

Rosset frunció el labio superior y miró fijamente a la maleducada mujer camuflada, conocía bien su tipo porque clientes así solían venir, ricos y arrogantes vestidos de incógnito para que nadie los identificara ni supiera que buscaban los servicios de un chamán.

Después de contestar su llamada, Katherine salió sin decir otra palabra a Rossett, quien se burló.