¿Cortejando la Muerte?

Cuando Lucavion y Valeria salieron de la sala de registro del gremio, los bulliciosos sonidos del salón de aventureros los envolvieron. En el momento en que la pesada puerta de madera se cerró tras ellos, un repentino destello de pelaje blanco se disparó por el aire, saltando directamente sobre el hombro de Lucavion.

Era Vitaliara, su elegante pelaje blanco brillando en la suave luz. Aterrizó con gracia, sus ojos esmeralda destellando con una silenciosa satisfacción mientras se posaba, su cola moviéndose con facilidad. La conexión entre ellos era casi palpable, más tangible que antes, después de los avances que ambos habían experimentado.

Lucavion miró brevemente a los curiosos espectadores antes de centrarse en Vitaliara. «Parece que estás de humor juguetón hoy», bromeó, con un toque de diversión en su voz mental, que resonaba claramente en su mente.