Parece que necesitas ayuda (2)

Elara jadeó en busca de aire, su visión borrosa mientras el caos del campo de batalla comenzaba a asentarse a su alrededor. Su bastón repiqueteó contra la plataforma helada mientras se desplomaba hacia adelante, sus manos temblorosas atrapándola justo antes de colapsar por completo.

El rugido de retirada de la serpiente resonaba en sus oídos, aunque débilmente como si estuviera amortiguado por un velo pesado. Entonces, lo escuchó—una voz, clara y firme, atravesando la bruma.

—Parece que necesitabas una mano.

Los ojos de Elara se alzaron, y lo vio allí parado—la figura que había saltado para salvarla. Su abrigo ondeaba ligeramente con la brisa, su hoja oscura zumbando suavemente con energía residual. Por un momento, no comprendió el rostro, pero entonces la familiaridad la golpeó.