Cedric se abalanzó hacia adelante, su espada brillando con un tenue aura azul mientras el maná fluía a través de ella. El suelo bajo sus pies se agrietaba más con cada paso, la fuerza de su movimiento era testimonio de la técnica que estaba a punto de desatar.
[Hoja del Guardián del Este. Fin Devastador.]
Era un movimiento que le había enseñado su padre, una técnica magistral transmitida a través de generaciones de caballeros en el Ducado de Valoria. Diseñada para abrumar y destrozar las defensas de un oponente, era un golpe de absoluta precisión y poder devastador. Cedric nunca había fallado con esta técnica, ni siquiera durante los agotadores combates de entrenamiento.
«Esto termina ahora».
Mientras acortaba la distancia, el enfoque de Cedric se estrechó. Cada músculo de su cuerpo se movía con propósito, el maná en sus venas fluyendo en perfecta armonía con su golpe. Su espada larga descendió con fuerza imparable, apuntando directamente al centro de Luca.