Promesa

—¡Tú!

Su mente se detuvo en seco.

Calor.

Un calor insoportable y furioso le subió al rostro, extendiéndose por su cuello, quemando cada nervio de su cuerpo.

Inclinándose...

Ella había

Sus manos se cerraron en puños, suprimiendo violentamente el recuerdo de lo cerca que había estado—cómo había sido ella quien se acercó a él primero.

Sus labios se separaron—lista para gritar, lista para estrangularlo, lista para hacer algo

Y entonces

Lo vio.

Ese destello.

Debajo de la burla, debajo de la diversión, debajo de toda esa insufrible esencia de Luca

Había algo más.

Algo detrás de su sonrisa burlona.

Algo casi... expectante.

Como si estuviera esperando su ira.

Como si la necesitara.

Aeliana contuvo la respiración.

Y entonces, de repente—todo encajó.

Su furia no desapareció. No, seguía ardiendo, seguía hirviendo bajo su piel, pero ahora

Ahora, entendía.