Sin dudas, Feng Chen blandió su espada, liberando un devastador arco de cortes de Espada que rugió hacia la formación de batalla del Clan Lan.
La barrera cobró vida, su superficie brillante ondulando mientras absorbía el golpe.
Saltaron chispas y comenzaron a aparecer grietas, pero el esfuerzo combinado del Clan Lan se mantuvo firme.
Los ojos de Feng Chen brillaron con una mezcla de sorpresa e intriga.
—¿Oh? No está mal. Parece que esta formación tiene algún valor después de todo.
Lan Jing ladró órdenes, su voz tensa pero triunfante.
—¡Refuercen la barrera! ¡Muéstrenle la fuerza del Clan Lan!
Los ancianos apretaron los dientes, canalizando su Qi al unísono.
El brillo de la barrera se intensificó, las grietas se repararon mientras su energía colectiva alcanzaba su punto máximo.
Feng Chen estudió la formación, con una leve sonrisa tirando de sus labios.
—Una formación de batalla como esta... Si se domina, podría ser bastante útil. Quizás debería reclamarla para el Clan Feng.