Emilia siempre se levantaba tarde por la mañana, así que no veía a Eliot muy a menudo. Pero al día siguiente se despertó muy temprano. Cuando bajó, lo vio desayunando en el comedor.
A Eliot le gustaba usar camisas blancas. Con el cuello desabrochado, se veía casual y despreocupado. Tenía párpados de pliegue simple y labios delgados. Y le gustaba leer las noticias en su teléfono mientras desayunaba. Emilia siempre había sentido que Eliot era el chico más guapo hasta que conoció a Vicente ayer.
Sin embargo, Vicente solo tenía una apariencia atractiva, mientras que Eliot era guapo por dentro y por fuera. Emilia lo quería desde el fondo de su corazón. Pero pensando en las palabras de Elsie, se dio cuenta de que no podría acercarse demasiado a él en el futuro.
—¿Por qué te has levantado tan temprano? —preguntó Eliot al verla.
—¡Eliot! —Emilia sonrió y corrió hacia él.
—¿No dormiste bien anoche? ¿Por qué te levantaste tan temprano? —preguntó Eliot mientras sacaba una silla para ella.