Satisfecho

En el momento en que Emilia vio el pulpo, su expresión cambió. A través del agua clara, pudo ver que no había cebo en el anzuelo.

«¿Qué estaba mal?», pensó Emilia para sí misma.

Cuando Rolando escuchó el movimiento detrás de él, se dio la vuelta y vio a algunas personas pateando el sillón junto a él. —Chico, tus amigos están aquí, e incluso trajeron una novia.

—Estoy casado —se apresuró a explicar Ferne, levantando su mano.

—Estoy completamente enamorado de Vicente —dijo Randy, cubriéndose la mitad de la cara con un abanico.

A los 70 años, Rolando era viejo pero vigoroso, y enérgico como siempre. Cuando escuchó esto, inmediatamente le hizo señas a Emilia y sonrió amablemente. —Muchacha, ven y sé mi nieta política.

—De acuerdo —sonrió dulcemente Emilia.

—Chico, te conseguí una esposa. Ven, veamos si estás satisfecho o no —dijo Rolando, con el rostro lleno de arrugas mientras sonreía.